Capítulo 1

Me subo la cremallera de la chaqueta, me coloco el cuello y me miro al espejo. Mi pelo castaño recogido en una coleta, mis ojos son de un de un color muy parecido, un marrón muy claro que al sol parecen verdes, debajo de estos una pequeña sombra oscura por las pocas horas de sueño de los últimos días. Una chaqueta negra con una camiseta debajo de manga corta y unos pantalones también negros. De pronto mi móvil suena, un mensaje de Lourdes: " Te espero dentro". El reloj de la habitación ya marcaba las 8'55, por el camino largo no iba a poder llegar, así que abrí la ventana de la habitación, me senté en el alfeizar y salté, era 2 pisos, unos 3 metros más o menos, conseguí caer de pie y sin problemas, solía hacerlo comúnmente. Salí del patio de mi casa donde había caído, me adentré en un pequeño bosque, al principio solo conseguía ver árboles a mi alrededor, hasta que 100 metros delante me encontré una valla, en uno de los lados, había un agujero y me colé por ahí. Empecé a correr, seguí por el bosque, hasta que alcancé a ver un claro. La llegar al final del bosque, en el claro, un campo de fútbol, varios jóvenes estaba allí jugando. Seguí corriendo, giré a la derecha, al fondo varias calles con casas perfectamente alineas. Elegí una de las calles y seguí corriendo, la gente que pasaba por allí me miraba, en sus brazos todos con las pulseras. Al llegar al final de la calle alcancé a ver la plaza, allí estaba ya Lourdes esperándome.
-Hola, ya estoy- me paré a su lado.
-Ya te veo, vaya semanitas que llevas llegando tarde- se reía- andas despistada. La golpeé en el brazo, retrocedió un paso hacia atrás con el golpe. Nos empezamos a reír. A nuestro alrededor la gente nos miraba, sus caras eran de desagrados, dentro de el muro no le caíamos bien especialmente a nadie. Aunque ellos a nosotros tampoco. La gente que vive dentro de El muro se les considera los no auténticos o de forma más vulgar, los clones. Esto comenzó hace unos años, desde el experimento de la oveja Dolly, la clonación en humanos se ha normalizado, hay familias que deciden tener mellizos, uno de ellos es la clonación del otro. No se pueden hacer gemelos, porque serían exactamente iguales, así que se modifican genéticamente para que sean mellizos. Los que no vivimos dentro somos los autenticos, ellos trabajan para nosotros, trabajan principalmente como becarios en las empresas o basureros o limpiadores. En sus casas con sus familias autenticas trabajan en las tareas de las casas. Para diferenciarnos se utilizan unas pulseras con led, con ellas se les distingue co facilidad, esto es necesario entre otras razones por el hecho de que las leyes no son iguales. -Anda, vámonos hacia el Este. Empezamos a andar, durante toda la mañana estuvimos andando haciendo revisión. Nuestro trabajo se basa en proteger a la gente que vive dentro de el muro. Normalmente no suele haber muchos problemas, si eso un robo o alguna pelea insignificante. Durante toda la mañana estuvimos bastante tranquilas. Ya a la hora de la vuelta nos juntamos con Javi y con Laura. Cuando nos íbamos dirigiendo hacia fuera de el muro unos gritos nos alentaron, fuimos corriendo hacia ellos. Alex, también uno de los nuestros, un no clon, como Javi y Laura, le estaban pegando algunos de los clones, los de siempre, David, Marcos, Sergio, Lorenzo, Álvaro y Marta. Fuimos a por ellos, conseguimos sacar a Alex de todos ellos, cogía Sergio y un puñetazo en la mandíbula le dejó en el suelo. Marcos se echó encima de mí y con una llave de judo le conseguí quitar de mi espalda, le tiré al suelo, le empecé a golpear en las costillas, me arrodillé a su lado, le golpeé la cara con el puño y repetí en el lado contrario, su labio y su nariz comenzó a sangrar. Me alejé de él.
-Espero que ya se os hayan quitado las ganas de pegarnos- mi voz era brusca, todos se separaron.
- Sois una panda de hijos de puta- la voz de Marcos desde el suelo me hizo volver a pegarle otra patada en las costillas. Un gemido salió de su garganta. Todos nos fuimos fuera de el muro.